ANIMALES NOCTURNOS

 

Animales nocturnos y sus características

Durante la noche, muchos animales salen de sus cuevas o nidos para obtener su alimento; durante el día, se echan o duermen. Como es difícil verlos en la oscuridad, pueden evitar ser capturados por sus predadores y no compiten por alimento con los animales diurnos.

Algunos animales nocturnos cazan insectos, roedores o animales más grandes que también son de hábitos nocturnos.

Otros, en cambio, se alimentan de frutos, hojas, raíces y semillas.

 

Visión nocturna

Ciertos animales nocturnos tienen grandes ojos. Cuanto más grandes son sus ojos, mejor ven en la oscuridad. Pueden ver de noche porque sus pupilas se abren y así entra más luz.

 

Mono de noche o Mirikiná

Es el único MONO NOCTURNO del mundo. Habita en los bosques, palmares y selvas. Comienza su actividad con la puesta del sol y continúa hasta la media mañana. Durante el resto del día se esconde entre la vegetación o en los huecos de los árboles.

A diferencia de los monos diurnos, que se comunican con los gestos de la cara, el MIRIKINÁ se comunica a través de silbidos, aullidos y gruñidos.

Mimetismo

El mimetismo es una habilidad que ciertos seres vivos poseen para asemejarse a otros organismos y a su propio entorno para obtener alguna ventaja funcional.​El objetivo del mimetismo es engañar a los sentidos de los otros animales que conviven en el mismo hábitat, induciendo en ellos una determinada conducta.​

Muchos animales nocturnos se parecen al lugar en el que viven y, de ese modo, se ocultan durante el día de otros animales que se alimentan de ellos.

 

Polillas o mariposas nocturnas

Tienen coloraciones que las confunden con la tierra, la corteza o las hojas de los árboles.

 

Atajacaminos ñañarca

En la base del pico posee unas plumas que parecen pelos, llamadas vibrisas, que le permiten detectar a sus presas.

 Sapo cururú

Durante el día se protege entre las raíces de los árboles, en el suelo o entre las piedras.

 Ruidos y señales luminosas

Aguará guazú

Durante el crepúsculo y la noche, el caza de manera oportunista. Algunos animales nocturnos emiten señales sonoras o lumínicas. A través de ellas se avisan del peligro, evitan que sus enemigos se acerquen a ellos o se encuentran un macho y una hembra.

Durante el crepúsculo y la noche, el AGUARÁ GUAZÚ caza de manera oportunista pequeños mamíferos e insectos nocturnos y complementa su alimentación con frutos silvestres.

 

Animales nocturnos que utilizan el oído y el olfato

 

Determinados animales nocturnos pueden oír sonidos de muy baja intensidad y localizar así a sus presas o detectar situaciones de peligro. Otros tienen muy desarrollado el olfato y descubren los olores que emanan sus presas o los frutos maduros.

 

Lechuza

Utilizan el oído y la vista para detectar a sus presas. Su oído es muy agudo. Pueden oír el ruido que provoca un insecto cuando camina por una hoja.

Una vez que escuchan o visualizan la presencia de sapos, lagartos, serpientes, roedores, pequeñas aves y muchos insectos de los que se alimentan, vuelan silenciosamente con las garras extendidas y las alas hacia atrás, hasta que atrapan a su presa y la tragan entera.

 

 Murciélagos

 

La mayor parte de los MURCIÉLAGOS se alimenta de insectos.

Para detectar a sus presas, por ejemplo, una polilla, emite sonidos muy agudos por la boca que, al chocar con la polilla, rebotan.

El murciélago capta el eco y así se orienta para atraparla. Se acerca a su presa y la aspira.

Los MURCIÉLAGOS que se alimentan de frutos tienen además un excelente olfato. Lo utilizan para localizan los frutos maduros.

 

 La vida nocturna en zonas calurosas

Algunos animales viven en lugares muy calurosos. Por eso desarrollan su vida durante la noche, o a partir del atardecer, cuando ya no hace tanto calor.

Algunos cazan animales para alimentarse; otros comen hojas, raíces y semillas.

 

Zorro del desierto

 

Igual que muchos animales de las regiones desérticas, durante el día los ZORROS DEL DESIERTO se entierran en la arena para mantenerse frescos.

Con sus grandes orejas, detectan a sus presas en la oscuridad. Se alimentan de roedores, conejos, aves, insectos y huevos. Pueden vivir largos períodos sin tomar agua.

Algunos animales, aunque sean inofensivos, provocan temor a causa de sus hábitos nocturnos. Ciertas lechuzas, por ejemplo, dan miedo por su grito inquietante y su vuelo silencioso en la oscuridad.